Seguramente te has hecho muchas veces la pregunta de si sucede algo después de la muerte. En este post de Armony te contaremos todo sobre la muerte según las religiones de este suceso.
La muerte es un evento natural de todos los seres vivos, que no deja de causar rareza en muchos, mientras que para otros es considerada como un paso a otra estación. Históricamente, la muerte es uno de los grandes misterios de la humanidad, porque quien muere no puede contar qué hay después de la muerte. Lo único que se sabe, a ciencia cierta, es que es el fin de nuestra experiencia terrenal.
Es una transición entre una forma de vida y experiencia, con otra. Entre un sueño y otro sueño. Según esta religión, la vida es eterna y se cree que un ser atraviesa sucesivas encarnaciones. Es por esto, que la concepción budista considera que la muerte no es el fin. El principio fundamental es el de la vida eterna y que cada ser vivo está sometido a un ciclo continuó de nacimiento y muerte.
Morir significa la separación temporal del cuerpo y el alma. Luego volverán a unirse en el futuro, en lo que se entiende como “la resurrección de los muertos”. Entonces, La muerte es el fin de una unidad temporal que vino al mundo a cumplir un propósito y que se desintegra, para más adelante recibir una recompensa por su labor.
Es la separación del alma y el cuerpo. El fin de la vida física, pero no de la existencia, ya que el espíritu vuelve a Dios. Cuando uno muere, esa alma pasa por lo que se llama el “juicio particular”, es un juicio entre Dios y la persona que ha fallecido.
La muerte es un cese de tareas de la vida, un descanso, un cambio de residencia, un cambio de existencia. Es la introducción a una vida inmortal.
Es la entidad espiritual que se expresa a través del cuerpo, un flujo de continuidad de conciencia. Una entidad no material que precede la conformación del cuerpo y subsiste la desorganización del mismo en la transición del morir.
Además de su ser material, el hombre posee un alma que es única entre las creaciones de Dios. La Torá enseña que el alma humana vino directamente de la esencia más íntima de Dios. El alma está formada por tres partes, cuyos nombres hebreos son: néfesh, rúaj y neshamá.
De los tres niveles del alma, neshamá es el más elevado y el más cercano a Dios, mientras que néfesh es el aspecto del alma que reside en el cuerpo. El rúaj está ubicado entre los dos, atando al hombre con su fuente espiritual.
Durante los primeros 12 meses posteriores a la muerte, hasta que el cuerpo se descompone, el alma no tiene un lugar de descanso permanente y consecuentemente experimenta una gran desorientación. Es por eso que revolotea alrededor del cuerpo, durante este tiempo, el alma está consciente de la descomposición del cuerpo y se identifica con ella.
El alma se define como el lugar donde se concentran nuestros sentimientos y pensamiento, nuestro espíritu, nuestro verdadero yo. De acuerdo a la Biblia, estos sentimientos y pensamientos no nos visitan ni penan, ya que al morir quedan en estado de espera inconsciente para el juicio o van directamente al cielo.
Se la considera como un motor del cuerpo, sin alma queda la nada misma. El alma no muere, el cuerpo es el que desaparece. Sin el cuerpo, el alma queda libre. Después de la muerte no hay regreso al cuerpo, pero se pueden comunicar con la gente a través de los sueños.
Eventualmente, la mente se separa del cuerpo, en promedio tres días y medio después de la muerte clínica, y así acontece el morir. Dependiendo del karma de la persona, se puede experimentar renacimiento inmediatamente o a los 49 días después de la muerte.
El alma se separa del cuerpo de forma gradual. Los primeros días son días de gran confusión que generan gran angustia al alma, sobre todo cuando esta estuvo extremadamente identificada con su forma física. Con el paso del tiempo, el alma comienza a adaptarse a su nueva realidad.
Luego, el alma es juzgada en el “infierno”, lo cual es un lugar mayoritariamente de “limpieza”, no castigo. Se asume que una persona no puede estar más de 12 meses ahí, por lo cual el duelo judío se concluye tras 12 meses. Finalmente, el alma descansa temporalmente en el mundo de las almas, esperando la resurrección de los muertos y su retorno a su antiguo cuerpo en una realidad totalmente nueva.
Depende en quién hayas depositado tu fe. La Biblia enseña que en el momento de morir, quienes hayan puesto su fe en la obra de Cristo, parten de inmediato a la presencia de Dios. El resto esperará la resurrección para ser juzgados por sus obras mientras estuvieron en la tierra.
En el Islam, después de la muerte, se cree que el alma de los que están en la tumba experimentan un modo diferente al de los vivos. Esta transición tiene una conexión continua entre las personas que tenemos vida y los que no tienen una vida estando en el más allá.
Para una persona justa y buena, la tumba se abre y le muestra su lugar en el paraíso del cielo, permitiéndole disfrutar de esta visión mientras espera el Día del Juicio para llegar allí. En cambio, para una persona malvada es al revés, la tumba se estrecha y lo aprieta, mostrándole una visión de su destino en el infierno, donde tendrá castigos según a sus acciones malas. Esta transición resalta la conexión continua entre la vida y el más allá según la fe islámica.
Como habrás podido ver, no hay una sola respuesta, las religiones tienen sus puntos de vista, algunas comparten cosas y otras no. Lo importante aquí es que para tu salud mental creas lo que mejor te hace sentir, quizás no sabemos qué ocurre después de la muerte.
Pero lo que sí sabemos es que la vida debe ser vivida por completo y a plenitud, rodeado de tus seres queridos, aprovechando cada día y ser previsivos con planes exequiales que brinden la tranquilidad y armonía para tu familia.
Topics: Bienestar
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