Existen pocos eventos en la vida tan difíciles como la muerte de un compañero/a de vida. Es probable que no tengas la energía o el deseo para intentar superarlo. Pero no todo está perdido. En este post te traemos algunas prácticas que te ayudarán a recuperarte.
Somos seres vivos. Por eso no podemos eludir a la muerte. El primer paso es aceptar que la pareja se ha ido físicamente y darse tiempo para superarlo.
La muerte de una pareja no es solo decirle adiós a una persona muy especial. También se trata de despedirse de un pasado, un presente y un futuro juntos. Es un adiós a un plan de vida, a proyectos en común, a experiencias inolvidables y a momentos solo de los dos.
Nadie dice que es fácil. Necesitarás tiempo, duelo y sanación. Pero debes superarlo porque la vida sigue.
Cada persona es un mundo y afronta la pérdida y el duelo de una manera diferente. No obstante, lo cierto es que existen determinadas pautas y técnicas que nos pueden ayudar a superar la muerte de la pareja de la mejor manera posible.
Tu compañero/a ha fallecido. Si sientes confusión, debes saber que es normal ya que has perdido una parte importante de tu vida. Ahora debes enfrentar la difícil pero importante necesidad de atravesar el período de duelo. El luto es la expresión manifiesta de tus pensamientos y sentimientos. Es una parte esencial del proceso de recuperación.
Tu experiencia se verá influenciada por las circunstancias relacionadas con la muerte, otras pérdidas que hayas vivido, tu sistema de apoyo emocional, cultura y fe. No compares tu experiencia con la de otras personas. Vive un día a la vez y permítete atravesar el duelo a tu propio ritmo.
El proceso de sanación comienza cuando logras compartir tu dolor con otros. Debes poder hablar acerca de la muerte, tus sentimientos de pérdida, soledad, y las cosas especiales que extrañas de esa persona especial.
Tener que enfrentar un fallecimiento afectará tu cabeza, corazón y espíritu. Confusión, desorientación, miedo, culpa, alivio y enojo son solo algunas de las emociones que podrías sentir. No te abrumes si de repente experimentas períodos de dolor o tristeza que parecen haber surgido de la nada. Se trata de aprender de estos sentimientos y emociones que te ayudarán a sanar.
Acércate a quienes se preocupan por ti y desean acompañarte durante el proceso de duelo. También puedes buscar un grupo de apoyo al que te gustaría asistir. Evita a las personas críticas o deseosas de dar consejos. Tienes derecho a expresar tu dolor, pero también tienes derecho a no compartirlo.
También puedes acudir a buscar ayuda a un profesional. Existen terapias de duelo que, gracias a la ayuda de un psicólogo, te ayudarán a superarlo y a poder retomar tu vida y tu futuro.
Recuerda siempre que el duelo es un proceso físico y emocional. Siente y vive a través de tus emociones, cuerpo físico y espíritu. Respeta lo que tu cuerpo intenta decirte. Trátate a ti mismo como lo harías con un amigo.
Hay cosas que deberás hacer de inmediato pero, en general, no te obligues a hacer nada para lo cual aún no estés listo. Puedes tomar algunas decisiones ahora y posponer otras. No permitas que otras personas tomen decisiones por ti.
Frente a esto, también te enfrentas al tema de si volver a formar pareja o no. Muchas personas que han perdido a sus parejas sienten culpa de tan solo pensar en esto. También entra en juego la mirada de los demás, ya que muchos creen que serán juzgados por los familiares o amigos del fallecido si conoce a otra persona y continúa con su vida. La realidad es que solo tú sabrás cuándo estarás preparado para dar ese paso. No debe interesarte lo que piensen los demás. El duelo es tuyo y debes hacerle caso a lo que dicte tu corazón, cuando sientas que es el momento correcto.
El problema de la muerte de la pareja es que, junto a una persona a la que amábamos, muere también un futuro de sueños, expectativas, planes y años juntos. Y esto te obliga a tener que reprogramar todo lo que suponías que sería tu futuro y visualizarlo de otra manera totalmente distinta.
Por eso, para poder superar la muerte de tu ser querido, debes ser capaz de visualizar ese nuevo futuro. Para ello, no es necesario imaginarse a uno mismo el resto de su vida de una manera u otra. Se puede comenzar con metas a corto plazo y, poco a poco, proyectarte a ti mismo hacia el futuro.
Los momentos en los que más extrañarás a tu compañero/a son los días especiales que ambos compartieron como por ejemplo: día de San Valentín, cumpleaños, fechas de aniversarios, etc. Dado que el dolor y la pérdida pueden ser más intensos en esos momentos, quizá desees que alguien te acompañe. Si quieres, puedes compartir tus recuerdos con amigos para continuar honrando la vida que tú y tu pareja compartieron. Se trata de poder celebrar y atesorar los recuerdos de esa unión.
Por último, recuerda que el duelo es un proceso normal y necesario. Date tiempo y paciencia para aceptar, sufrir, sanar y finalmente superarlo.