El “síndrome de la silla vacía”: cómo sobrellevar la ausencia en Navidad

© Armony Servicios Exequiales Nov 26, 2025 12:49:15 PM

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Las fiestas navideñas están llenas de luces, brindis y reuniones familiares.

Pero cuando alguien importante ya no está, esa silla vacía en la mesa puede doler más que cualquier otra cosa.

A veces no hace falta decir nada: miras ese espacio y tu corazón sabe quién falta.

Eso es lo que muchas personas llaman síndrome de la silla vacía: el dolor y la nostalgia que se activan de forma especial en fechas significativas cuando falta un ser querido.

No es una enfermedad ni un problema de “no superar” las cosas. Es una forma humana de vivir el duelo.



¿Qué es exactamente el “síndrome de la silla vacía”?


Podemos entenderlo así:

Es la reacción emocional que aparece cuando la ausencia de alguien querido se vuelve muy visible en situaciones donde solía estar presente: la mesa de Navidad, la cena de Año Nuevo, el brindis en familia.

La silla vacía se convierte en símbolo de:

  • Lo que se vivió juntos.
  • Lo que ya no va a volver.
  • Lo que todavía duele, aunque hayan pasado meses o años.


No solo lo viven personas mayores, pero en ellas puede sentirse con más intensidad porque han acumulado más pérdidas (pareja, hermanos, amigos, incluso hijos) y su red de apoyo a veces es más pequeña. (Therapy Group of DC, 2024).



¿Por qué el síndrome de la silla vacía se intensifica en Navidad?


La Navidad junta varios factores:

  • Es una época muy asociada a familia, tradiciones y reencuentros.
  • Las rutinas navideñas (poner la mesa, cocinar “la receta de siempre”, escuchar villancicos) reactivan recuerdos.
  • El mensaje social de “tienes que estar feliz” choca con lo que realmente sientes.


Ese contraste entre lo que pasa afuera (fiesta, fotos, redes sociales) y lo que pasa adentro (ausencia, tristeza, nostalgia) puede hacer que el duelo se viva con más fuerza en diciembre.



¿Cómo suelen vivir esta ausencia?


Cada persona transita el duelo a su manera, pero hay cosas que se repiten:

  • Una mezcla de tristeza y gratitud: se llora lo que se perdió, pero también se agradece lo vivido.
  • Más necesidad de recordar: mirar fotos, hablar del pasado, escuchar música de otros tiempos.
  • Más riesgo de soledad si la red de apoyo es pequeña o hay familia lejos.


Importante: que alguien parezca “tranquilo” no significa que no le duela. A veces las personas mayores procesan el dolor desde el silencio y la reflexión, pero eso no quita profundidad al sentimiento.



Cómo acompañar el síndrome de la silla vacía


No se trata de llenar el vacío, sino de estar presentes de una forma significativa.

  1. Validar lo que la persona siente


Frases como:

  • “No llores, ya pasó.”
  • “Tienes que ser fuerte.”


suelen hacer más daño que bien. Mejor algo como:

  • Entiendo que lo extrañes mucho, sobre todo hoy.”
  • “Tiene sentido que te sientas así en estas fechas.”


Reconocer el dolor es una forma de respeto.

 

  1. Abrir espacio a las conversaciones que ayudan


Invitar a recordar puede ser muy reparador:

  • “¿Te acuerdas qué hacía siempre en Navidad?”
  • “¿Cuál es tu recuerdo favorito con él / ella?”


Dejar que la persona cuente anécdotas, enseñanzas, momentos especiales, transforma la ausencia en legado emocional, no solo en pérdida.



  1. Usar pequeños gestos que transmiten cercanía


No siempre hace falta hablar mucho:

  • Preparar juntos la cena.
  • Acompañar a misa o a un ritual religioso, si la persona lo desea.
  • Decorar la casa escuchando música que le recuerda a quien falta.


Son formas sencillas de decir: “estoy aquí contigo”.


  1. Crear rituales saludables para recordar a quien falta


Recordar puede ser una forma de amor.


Ideas:

  • Encender una vela en la mesa.
  • Poner una foto en un rinconcito especial.
  • Preparar su plato favorito.
  • Escribirle una carta y leerla en silencio o en voz alta.


Estos gestos no borran el dolor, pero lo envuelven en cariño.



  1. Cuándo pedir ayuda profesional


Es normal sentir tristeza y nostalgia. Pero si ves que la persona.

  • Pierde interés por todo durante semanas.
  • Deja de comer o dormir bien.
  • Se aísla completamente.


Puede estar viviendo un duelo complicado y conviene pedir apoyo psicológico o médico.

 

En Armony, convivimos a diario con familias que llegan a despedir a alguien querido. Vemos de cerca lo que significa esa silla vacía… y también lo que cambia cuando algunas decisiones ya estaban habladas o previstas.

 

No podemos evitar el dolor de la ausencia, pero sí podemos ayudarte a que tu familia no tenga que cargar, además, con todo el desorden práctico y económico en el momento más difícil.

Si este año la silla vacía se siente más fuerte, quizá también sea momento de pensar cómo quieres aliviar el camino a quienes amas el día que tú faltes.


Quiero hablar con un asesor!

 

 

Topics: Familia