Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una fecha que nos recuerda la importancia de hablar de este tema sin miedo, con empatía y con la claridad de que todos podemos ser parte de la solución.
Lejos de ser un tabú, la prevención del suicidio comienza con la educación, la escucha y el acompañamiento.
Todos podemos tender una mano: muchas veces basta con estar presente, preguntar sin juzgar y mostrar apoyo real.
Las señales pueden variar, pero algunos comportamientos comunes a los que debemos prestar atención son:
Tip: Nunca subestimes frases como “no quiero seguir” o “sería mejor no estar aquí”. Son pedidos de ayuda que deben tomarse en serio.
Un ambiente seguro no significa resolver el problema de la otra persona, sino hacerle sentir que no está sola. Algunas ideas:
Ser un apoyo no significa tener todas las respuestas, sino acompañar en el camino:
Hablar abiertamente del suicidio no incita a cometerlo; al contrario, abre espacios de confianza.
No ignores tus propias emociones: si eres parte de la red de apoyo, también cuida tu salud mental.
Infórmate sobre líneas de ayuda locales. En Ecuador puedes contactar:
Recuerda: prevenir es acompañar.
El suicidio es prevenible si actuamos a tiempo. Todos podemos ser agentes de cambio al identificar señales, ofrecer escucha sin juicio y construir ambientes seguros.
En este Día Mundial para la Prevención del Suicidio, recordemos que hablar salva vidas. Y que estar presentes para alguien puede marcar toda la diferencia.