Una guía clara para tomar decisiones en vida. Morirse cuesta. No solo emocionalmente, también económicamente. Y aunque hablar de la muerte pueda parecer incómodo, planificar con tiempo puede hacer toda la diferencia para quienes más queremos. Aquí te decimos cuánto cuesta morirse en Ecuador. La respuesta a cuánto cuesta morirse varía mucho según la ciudad, los servicios elegidos y si hubo o no una previsión. Este texto no busca alarmar, sino informar: contar qué implica despedir a alguien —en cifras reales— y por qué hacerlo con dignidad no debería ser un lujo.
En promedio, el precio de un funeral en Ecuador oscila entre $1.200 y $4.000 dólares, aunque hay casos que superan esa cifra. Los factores que más influyen son:
Un sepelio sencillo —ataúd básico, sala de velación por 24 horas, traslado, carroza fúnebre y trámites legales— puede costar cerca de $1.800. Si se incluye cremación y urna, el monto puede subir a $2.500 o más.
Aunque varía, los servicios funerarios en Ecuador suelen incluir:
En algunos casos, apoyo emocional o espiritual
Cuando no se planifica, los gastos por fallecimiento caen de golpe sobre la familia. Muchas veces, quienes quedan deben endeudarse o improvisar. A la tristeza se suma la presión: ¿Dónde velamos? ¿Cómo pagamos? ¿Quién se encarga de los trámites?
Como suele ocurrir, todo se decide en medio del dolor, el cansancio y la confusión.
Por eso, cada vez más personas en Ecuador consideran importante contratar un plan de servicios exequibles anticipado, como Armony.
No se trata solo de dinero: es una forma de alivianar el futuro de quienes más amamos.
No podemos controlar la muerte, pero sí cómo la enfrentamos. Pensar en ella con tiempo no es pesimismo, es cuidado. No se trata solo de evitar deudas: se trata de no dejar que el dolor se complique con decisiones urgentes o trámites fríos.
Elegir en vida cómo queremos ser despedidos —y dejarlo claro— es una forma silenciosa de aliviar. Un modo de estar, incluso cuando ya no estemos.