Los niños tienen derecho a saber la verdad. Aquí te decimos cómo hablar de este tema delicado con ellos.
La muerte es una parte inevitable de la vida, y los niños, al igual que los adultos, necesitan comprenderla y procesarla. Si te has preguntado cómo hablar de la muerte con un niño, lo primero que tienes que saber es que hay que abordar este tema con honestidad y empatía.
Según la Asociación Americana de Psicología (APA), los niños necesitan respuestas claras y apoyo emocional para enfrentar el duelo de manera saludable.
A continuación, te ofrecemos consejos para hablar de la muerte con un niño de manera efectiva y respetuosa.
Es fundamental evitar eufemismos como "se fue al cielo" o "nos dejó", ya que pueden confundir a los niños pequeños.
Los expertos en psicología infantil sugieren utilizar términos concretos como "murió" o "su cuerpo dejó de funcionar" para que los niños comprendan mejor el concepto de la muerte (APA).
Ejemplo práctico: Si fallece un abuelo, puedes decir: "El abuelo murió. Su cuerpo dejó de funcionar y ya no va a estar con nosotros."
Cada etapa del desarrollo infantil requiere un enfoque diferente:
Según UNICEF, involucrar a los niños en conversaciones adaptadas a su edad les ayuda a procesar el duelo de manera saludable (UNICEF).
Es importante que el niño sienta que sus emociones son válidas.
Permite que llore, exprese enojo o haga preguntas difíciles. La psicóloga infantil Julie Kaplow recomienda decir frases como:
Al validar sus emociones, fomentas un entorno seguro donde el niño no reprima sus sentimientos.
Participar en ceremonias como funerales puede ayudar a los niños a comprender la realidad de la muerte y encontrar un cierre emocional.
Puedes sugerir que escriban una carta o dibujen algo en honor de la persona fallecida.
Estudios del Centro Nacional para Niños en Duelo (NAGC) señalan que estos rituales fomentan el proceso de aceptación y brindan un sentido de comunidad y apoyo emocional (NAGC).
Después de una pérdida, los niños necesitan sentir que su vida cotidiana sigue siendo estable.
Mantener sus rutinas habituales les da un sentido de seguridad en medio del caos emocional.
Los niños aprenden observando a los adultos.
Mostrar cómo manejas tu propio dolor de manera abierta y saludable puede ser un ejemplo positivo para ellos.
Según el Centro de Psicología Infantil de Harvard, compartir tus sentimientos sin abrumarlos les enseña a expresar sus emociones adecuadamente (Harvard Child Psychology Center).
Si el niño presenta signos de angustia prolongada, como aislamiento social o pérdida de interés en actividades, puede ser útil buscar apoyo de un profesional en salud mental especializado en duelo infantil.
Un psicólogo puede ayudar a abordar el dolor desde una perspectiva terapéutica.
Hablar de la muerte con un niño no es fácil, pero abordarlo con honestidad y empatía es crucial para su bienestar emocional.
En Armony, entendemos la importancia de guiar a los niños y sus familias en estos momentos difíciles.
Si necesitas más consejos o apoyo profesional, no dudes en contactarnos.